Principales Pensadores

Thomas Mun (1571 - 1641) (Inglaterra)

Thomas Mun nació en Londres y fue un "mercader afortunado", como lo calificó más tarde su hijo. Fue uno de los pensadores del mercantilismo más importantes de la historia.

Thomas Mun, situaban como principal objetivo el Crecimiento de la Riqueza nacional, y aunque seguía considerando que el oro era la riqueza principal, admitían que existían otras fuentes de Riqueza, como las mercancías.

La Balanza Comercial fue uno de los mayores aportes teóricos de los mercantilistas.
El objetivo de una Balanza Comercial con Superávit era importante pero también se veía la conveniencia de importar mercancías de Asia por medio de oro para revender luego esos Bienes en el Mercado europeo con importantes Ganancia.

La incursión de Thomas Mun en el pensamiento económico surgió mientras se defendía de los ataques que estaba recibiendo por el manejo de la Compañía de las Indias Orientales de la que fue director por un largo periodo.

Los críticos de Thomas Mun planteaban que la importación de productos que realizaba la compañía era desventajosa para Inglaterra. A raíz de esto, Thomas Mun escribió un libro que fue la base de su pensamiento: Riqueza de Inglaterra por el Comercio Exterior, escrito en 1630, y publicado después de su muerte por su hijo en 1664. Este libro es claramente una manifestación de las ideas económicas mercantilistas de la época.



Antonio Serra fue un economista napolitano, que vivió a finales del siglo XVI y principios del siglo XVII. Se incluye entre los mercantilistas, y responde a parecidas circunstancias a los arbitristas de la Castilla de la misma época, también pertenecientes a la misma Monarquía Hispánica de los Habsburgo y enfrentados a los mismos problemas económicos, ligados a la Revolución de los Precios del siglo XVI y la crisis del siglo XVII.

Poco se conoce de su vida. Nació en Cosenza, realiza estudios universitarios, doctorándose en teología y derecho. Llamado a trabajar en Nápoles, se aplicó a resolver los enormes problemas sociales y económicos creados por el sistema virreinal. Involucrado en una conjura para liberar Calabria del dominio español, junto con el filósofo Tommaso Campanella, en 1613 fue encarcelado. En su estancia en prisión escribió su única obra: Breve trattato delle cause che possono far abbondare li regni d’oro e d’argento dove non sono miniere ("Breve tratado de las causas que pueden hacer abundar el oro y la plata en los reinos que no tienen minas"), que trata de la escasez de moneda en el Reino de Nápoles, y que dedica al virrey Pedro Fernández de Castro y Andrade, Conde de Lemos (conocido por haber recibido también dedicatorias del propio Miguel de Cervantes, que también había pasado por Nápoles, pero no en ese tiempo, sino en 1573-1575).

En él explica cómo el tipo de cambio de la moneda es el efecto y el índice de la balanza de pagos, y analiza los rubros que integran aquella balanza, rebasando los análisis tradicionales hechos en términos de exportaciones e importaciones solamente, e incluyendo los pagos originados por las industrias conducidas por nacionales en el extranjero y los beneficios que se llevan los intermediarios, poniendo el ejemplo de una Venecia libre y próspera contra un reino de Nápoles atrasado y empobrecido. Demuestra cómo la única manera de poseer dinero en abundancia, cuando no se tienen minas, es haciendo que la balanza de pagos sea favorable, estimulando las exportaciones directas y las prestaciones de servicios y transportes. Probablemente fue Serra el primero que formuló la ley de disminución de rendimientos en la agricultura, en contraste con las amplias oportunidades que ofrecían las industrias y manufacturas en creciente prosperidad.

Se ha llegado a decir que fue el primero en analizar y comprender plenamente el concepto de balanza de pagos, tanto para bienes visibles como para movimientos de capital y pagos por servicios. Explicaba cómo la escasez monetaria en el reino se debía a un déficit en la balanza de pagos, rechazando la idea (común en su época) de que la escasez de moneda se debía al tipo de cambio. La solución que proponía era incentivar las exportaciones.

También parece que llegó a definir la ley de los rendimientos decrecientes para la agricultura. Su pensamiento económico supone una superación de las concepciones morales escolásticas sobre economía, en beneficio de otras más seculares.


Juan Bodino (Francia)

(Jean Bodin) Pensador francés (Angers, 1530 - Laon, 1596). Jurista de formación, Bodin ocupó diversos cargos (abogado en el Parlamento de París desde 1560, procurador del Tercer Estado en los Estados Generales de 1576…) en la época en que Francia se desangraba por las guerras civiles entre católicos y protestantes (hugonotes). Buscando el modo de superar este clima permanente de violencia -que además debilitaba a Francia en su relación con otras potencias-, Bodino abrazó un tercer partido, llamado de los «políticos», que proponía la tolerancia religiosa y el reforzamiento de la autoridad del Estado como árbitro que garantizara la paz entre las comunidades enfrentadas. En consecuencia, y aunque había apoyado anteriormente a la Liga católica, acabó reconociendo como rey al hugonote navarro Enrique IV, cuya conversión al catolicismo puso fin al conflicto mediante una solución de compromiso (1593).

Entretanto, Bodino había plasmado las ideas que sustentaban su postura en un libro fundamental para la historia del pensamiento político occidental: Los seis libros de la República (1576), publicado sólo cuatro años después de la gran matanza de hugonotes de la Noche de San Bartolomé. En ellos acuñó el concepto de soberanía como el poder único, perpetuo, absoluto e indivisible que impone el orden en un Estado impidiendo la guerra entre sus súbditos; bajo ningún concepto consideraba legítima la insurrección contra el soberano, pues estimaba que siempre era preferible la tiranía a la anarquía.

En un terreno más concreto, sus propuestas conducían a un reforzamiento del poder monárquico, razón por la que se le puede considerar un precursor teórico del absolutismo de Luis XIV. No obstante, el tipo de Estado que Bodino propugnaba incluía varios límites frente a la arbitrariedad del soberano, como la obligación de respetar las leyes divinas y naturales, o la prohibición de imponer nuevos tributos sin consentimiento de los representantes de los contribuyentes. Aunque estas precisiones hagan el sentido general de su obra un tanto ambiguo, no cabe duda de que el pensamiento de Bodino fue un paso fundamental en la definición del moderno Estado nacional.

Bodino fue también un mercantilista, partidario de un sistema de protección estatal para la industria nacional. Pasa por ser el creador de la teoría cuantitativa de la moneda, que sitúa el origen de la inflación de precios en un aumento de la cantidad de dinero en circulación. No obstante, dicha doctrina había sido enunciada algunos años antes por los escolásticos tardíos españoles (Martín de Azpilcueta y Tomás de Mercado), que relacionaron la «revolución de los precios» con la llegada de metales preciosos de las colonias de América.